Claves para conseguir la inversión inicial para tu nuevo negocio

Conseguir la inversión inicial para poder abrir tu negocio propio no es una tarea fácil. A continuación, repasamos todas las opciones disponibles. Seguro que analizándolas consigues convertir tu idea en realidad.

Cómo conseguir la inversión inicial para tu emprendimiento
Has revisado cómo funciona el mercado, cuál es tu nicho y qué quieres hacer. Pero a la hora de poner en práctica tus ideas, no hay capital disponible. Las opciones más recurrentes son tres.
Pedirle un crédito al banco
Parece la más lógica, pero recuerda que tu idea podría triunfar o fracasar. La deuda es fija desde que firmes y los intereses podrían ir aumentando. Si confías en tu idea, quizá sería más recomendable desechar esta propuesta.
Solicitar una subvención
Es similar a la alternativa anterior, pero una parte sería sufragada por una institución pública. Dependiendo del tipo de ayuda que te otorguen, tendrás que devolver el dinero. Entre el papeleo y las posibles contraprestaciones, quizá sea una opción intermedia, pero te restaría cierta independencia.
Presentar tu proyecto a un concurso
Leyendo bien las bases de participación, no habría por qué no tener en cuenta esta idea. Sin embargo, al presentar tu idea estás exponiéndola y sometiéndola a un juicio externo. El baño de realidad puede ser positivo, pero el factor sorpresa de tu negocio se perdería.
Financiamiento interno
Puedes emprender formando parte de una empresa. Los gestores de la misma ya te conocen y presentando un buen plan de negocio podrían prestarte el capital necesario. Esta fórmula está comenzando a crecer progresivamente, por lo que deberías valorarla.
Capital riesgo
Diversas sociedades anónimas podrían dejarte su dinero, pero con el objetivo de vender su participación en cuanto tu idea sea rentable. Suele tratarse de la Administración, bancos y empresas de capital privado. Recuerda que cuanto más dinero solicites, más posibilidades habrá de afrontar un futuro junto a diversos socios.

Tipo de inversores
Debes saber que hay alternativas diversas para conseguir el apoyo de uno o múltiples inversores.
Business Angels
Se han convertido en protagonistas del mercado gracias a su forma de invertir. En realidad, se trata de inversores con cierto renombre que se encargarían de apadrinar tu idea. No siempre es fácil contactar con ellos, pero si conoces a los que conforman su círculo más cercano, podrías tener éxito.
Es esencial que tu plan de negocio sea comprensible, que seas realista y que demuestres por qué tu idea podría ser fructífera. En este caso, no solo se trata de lograr el dinero, sino también el espaldarazo definitivo para comenzar con el mejor pie posible tu andadura comercial.
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Crowdfunding
Suele pensarse que esta alternativa no es conveniente. Pero todo dependerá del número de participantes en ella. Lo mejor es que si consigues una parte de la financiación, tendrás medio camino recorrido. Una vez más, has de convencer a la primera mostrando tus puntos fuertes.
Aceleradoras o incubadoras
Están coordinadas por diversas instituciones que buscarán la inversión por ti. Es siempre adecuado revisar todas las condiciones de la colaboración para evitar sorpresas posteriores.
Cómo elegir al inversor perfecto
Si vas a comenzar un viaje, has de saber qué le gusta a tu acompañante para que sea más llevadero. Un inversor te presta su dinero a cambio de que no solo se lo devuelvas, sino también que lo multipliques por un porcentaje concreto. Y en muchas ocasiones, un inversor pasa a formar parte de la dirección de la empresa, por lo que se convierte en un socio, es decir, alguien con quien compartirás el negocio y con quien discutirás los pasos a seguir para lograr los objetivos. Es muy importante conocer a esta persona muy bien y entender su visión respecto a factores determinantes. Para encontrar al socio ideal, fíjate en:
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Sus valores. Alguien puede ser brillante, pero a la hora de los negocios ser implacable y apostar por opciones poco aconsejables. Habla con la persona sobre sus sueños y sobre lo que puede ser más importante para que se sienta realizado/a. No olvides que compartir tu aventura con alguien con quien no encajas demasiado bien nunca es aconsejable.
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Si te complementa. Tu socio no tiene que pensar exactamente como tú. Principalmente, porque pierdes la posibilidad de ver las cosas desde un punto de vista distinto. Lo importante es que haya afinidad y que su talento cubra aquellas posibles lagunas que se te hayan pasado por alto.
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¿Qué va a aportar? No hablamos de dinero, sino de decisiones y de actitud. Es imprescindible que cada decisión que tome se transforme en un beneficio. Consúltale sobre negocios que haya podido tener en el pasado o sobre trabajos anteriores. Te ayudará a saber si es la persona que necesitas para sacar adelante tu nueva empresa.
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