Caso práctico para calcular el punto de equilibrio

Los que tenemos o manejamos un negocio sabemos que las ganancias llegarán si el foco está puesto en brindar una calidad superior en los servicios y productos. Sin embargo, también es necesario definir un margen de contribución para conocer tanto los gastos operativos como la rentabilidad del producto o servicio. Esto es fundamental para calcular el punto muerto de la empresa, pues necesitamos saber la cantidad de unidades tenemos que vender para cubrir esos gastos.
En este artículo sobre el punto de equilibrio, podrás conocer la rentabilidad de tus productos o servicios y qué debes hacer para comenzar a obtener ganancias.
¿Qué es el punto muerto o punto de equilibrio empresarial?
El punto muerto es un término que sirve para definir el momento exacto en el que una empresa está cubriendo sus costes fijos y variables. Es decir, cuando los gastos e ingresos están al mismo nivel y, por lo tanto, no hay ni pérdidas ni ganancias.
El punto de equilibrio no es un objetivo final para una empresa, sino más bien un punto de partida para tener mayor confianza en sus servicios o productos.
El cálculo no se hace solo una vez, ya que los ingresos, los gastos y el margen de contribución varían y deben medirse con una cierta periodicidad. Por lo que el punto muerto es un valor que aporta información muy valiosa de manera semanal, mensual, bimensual, y en el periodo que se determine.
Si su cálculo se realiza a corto plazo y de manera periódica, la empresa podrá conservar estabilidad durante todo el año y conseguirá sus objetivos.
Interpretación punto de equilibrio
Calcular el punto muerto te permite evaluar la rentabilidad de tu negocio. Con este dato tu empresa puede saber qué nivel de ventas tiene que alcanzar para generar ganancias.
En el caso de un emprendedor, una de las funciones del punto muerto o umbral de rentabilidad es confirmar si la idea es viable en términos financieros, por lo que para un plan de negocios adecuado resulta indispensable. Además, en el caso de temporadas bajas, podrás tener la base de un plan de contingencia.
Fórmulas encontrar el punto de equilibrio o punto muerto
Los factores principales que debes conocer para conocer su valor son los costes fijos y los costes variables. Estos pueden obtenerse de forma anual, mensual o trimestral. El cálculo se hace basado en el porcentaje del margen bruto aplicando la fórmula general:
Punto de equilibrio = Costes / Porcentaje de margen bruto.
Los dos factores principales a conocer son los costes fijos y los variables. Gracias a ellos, podrás obtener los costes totales: Costes fijos. Su valor siempre es el mismo mes a mes, es decir, no varían, la empresa sabe con antelación su valor. Costes variables. Varían en función de lo que la empresa haya facturado cada mes, por lo que es imposible saber su valor con antelación. Están relacionados directamente con el volumen de ventas realizado, por lo que si aumentan, estos costes también lo harán. Algunos ejemplos de este tipo de costes son las comisiones de venta o la materia prima. Costes totales. La suma de los dos anteriores. Con este valor es posible deducir el punto de equilibrio, ya que aparece cuando los ingresos son iguales a los costes totales.
Una de las variantes más utilizadas para calcular el punto muerto es por unidad. Para ello, es necesario obtener el costo variable unitario al dividir los costes variables entre el número de unidades vendidas.
Precio variable unitario = precio variable / unidades vendidas.
Con este dato, es posible calcular el punto de equilibrio unitario:
Punto de equilibrio = Costes fijos / (Precio de venta – Precio variable unitario).

Caso práctico de punto de equilibrio de una empresa
Supongamos que una empresa se dedica a vender libros. El precio al que los comercializa es de 22 euros, el coste variable de cada uno de ellos es de 12 euros y los costes fijos que debe asumir la empresa ascienden a 20.000 euros.
La empresa quiere saber cuánto necesita vender para poder cubrir sus gastos totales, es decir, el punto de equilibrio. Para obtenerlo debe dividir los costes fijos entre el resultado de restarle al precio los costes variables. Es decir:
Punto de equilibrio = 20000 / (22-12) = 2000 unidades.
¿Qué conclusión podemos obtener con este dato? Pues es bastante sencillo, a partir de 2000 unidades de libros vendidos la empresa comenzará a obtener beneficios, ya que si vende exactamente 2000 los gastos serán exactamente iguales a los ingresos.
Ganancias de la empresa = (Precio x Punto de equilibrio) – (Costes variables x Punto de equilibrio) – Costes fijos.
En el caso del ejemplo:
Ganancias = (22 x 2000) – (12 x 2000) – 20000 = 0.
Como vemos, en el punto muerto las ganancias que obtendría la empresa son iguales a 0, es decir, los gastos y los ingresos coinciden.
Ventajas que aporta a una empresa el cálculo del punto muerto
El punto muerto, también conocido como break-even, es muy importante para el negocio. Una empresa que no tenga en cuenta este dato estará en desventaja si se dan ciertas circunstancias, y comenzar un negocio ignorando el punto muerto es muy peligroso, ya que el empresario no sabrá las unidades de producto que debe vender para cubrir los gastos totales de la empresa. Es decir, no sabrá cómo calcular el beneficio a partir del punto muerto.
Las principales ventajas del punto de equilibrio son: Proporciona resultados que son muy fáciles de comprender. El análisis del punto de equilibrio es muy fácil de interpretar. Gracias a él podrás obtener una guía muy clara de en qué punto exacto tu empresa comienza a generar ganancias, las proyecciones que necesitas hacer para continuar creciendo, el margen en el que debes fijar la ganancia de un determinado producto o si un posible proyecto de expansión es viable o no. Es muy útil para armar un plan de prevención. Conocer este dato te permitirá estar alerta en el caso de que las ventas sufran un bajón o los costes de producción se eleven por encima de lo esperado. Si sabes cuál es el punto muerto serás capaz de tomar decisiones que hagan cambiar la trayectoria de tu negocio antes de que comience a generar pérdidas. Ofrece pistas importantes sobre la rentabilidad. Analizar el punto muerto consigue que siempre estés completamente actualizado con respecto a todos los gastos e ingresos que obtienes a través de la venta de un producto o por la prestación de un servicio. De esta forma, podrás saber cuáles de los bienes que ofreces son más rentables y cuáles son los que están perjudicando a tu empresa. Podrás prever el tiempo que tardarás en recuperar la inversión. Aunque para obtener este dato son necesarias varias variables, el punto muerto permite determinar el plazo aproximado en el que el capital invertido va a ser recuperado. Esto resulta fundamental cuando la empresa está arrancando, ya que permite saber el momento en el que va a empezar a generar ganancias. Además de para una compañía joven, también resulta de gran importancia este aspecto cuando se está pensando realizar un plan de expansión importante.
¿Qué puedes hacer para mejorar el punto de equilibrio de tu empresa?
Existen determinadas decisiones que puedes tomar para conseguir mejorar el punto muerto de tu empresa, aunque debes tener en cuenta que con todas ellas se corre un pequeño riesgo.
Realizar menos descuentos
Si el producto que ofreces es de calidad, no tienes por qué realizar descuentos excesivos. Puedes diseñar una estrategia en este sentido que sea bastante selectiva con tus clientes, es decir, premiar a aquellos que te sean fieles desde el primer día.
Debes confiar en la calidad del producto y darlo a conocer mejor. No es recomendable utilizar esta estrategia si no dispones del suficiente dinero para invertir en publicidad.
Subir tus precios
Es una de las primeras opciones que se le viene a la mente a todo el mundo. Antes de tomar este tipo de decisión es recomendable analizar la política de precios que utilizaron las empresas que funcionan en tu sector y los resultados que obtuvieron.
Estudia el comportamiento del consumidor en tu sector y analiza la importancia que tiene para él la calidad en comparación con el precio de los productos. Si detectas que prima el precio frente a la calidad es una opción que no debes tomar para mejorar el punto muerto.
Diferenciar tu producto
Para ello, debes contar con un producto de calidad y, además, diferenciarlo todo lo que puedas de la oferta que existe en tu sector. El objetivo de esta estrategia es que el producto sea poco sensible a cambios en el precio.
En este sentido, una de las opciones más utilizadas es la diversificación de productos, de esta manera, podrás dirigirlos hacia diferentes nichos de mercado que te interesan. Si el sector tiene una estructura de costes rígida no utilices este tipo de estrategia.
Mejorar las condiciones de tus proveedores
El objetivo que persigue esta estrategia es reducir las tarifas de los proveedores o lograr mejores plazos de entrega. Para llevarlo a cabo resulta fundamental las relaciones que consigas establecer con las empresas que te suministren los productos. No recurras a ella si cuando tu negocio funcione bien no tienes pensado pagarles más por ello.
Apostar por el marketing
Hay muchos emprendedores que se olvidan de la importancia que tiene esta herramienta para que una empresa funcione correctamente. En el caso de que no puedes bajar el precio de tu producto para llegar a ser más competitivo, una de las opciones más recomendables es apostar por el marketing y la publicidad.
Darás a conocer tu producto y, además, conseguirás otorgarle unos valores a tu marca que la harán diferenciarse del resto de competidores. No lo hagas en el caso de que la publicidad sea una de las herramientas más utilizadas por los líderes de tu sector.
Externalizar todos los procesos que puedas
Puedes hacerlo con determinadas áreas de negocio en las que no eres experto, con gastos fijos como los equipos informáticos o tu flota de vehículos, con la mano de obra (a través de colaboradores externos en determinadas áreas) o eliminando determinados procesos de producción. Si consigues ahorrar dinero externalizándola, pero es una actividad que debes controlar tú en todo momento, no sigas esta estrategia.
Eliminar procesos innecesarios
Elimina intermediarios y procesos que no aporten ningún tipo de valor a tu producto. Si sabes que tomando esta decisión la calidad del producto se verá resentida no es recomendable que utilices esta opción.
En definitiva, el punto muerto es un dato fundamental para las empresas, gracias a él pueden saber cuánto necesitan vender para comenzar a obtener beneficios. Su cálculo no resulta nada complicado y es un punto de referencia muy importante que la empresa siempre debe tener presente. Además, es posible tomar determinadas decisiones o estrategias para conseguir mejorarlo, siempre teniendo en cuenta el riesgo que se corre y si es conveniente o no llevarla a cabo.
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