Qué es la base liquidable y cómo se calcula

Tiempo de lectura: 8 min.

Para elaborar una factura o hacer la declaración de la Renta hay una serie de términos que debes conocer, y la base imponible y base liquidable son dos de ellos. Mientras la base imponible es más sencilla de entender, saber qué es la base liquidable puede ser más confuso.

Los conceptos base imponible y base liquidable son claves cuando llega el momento de hacer la declaración de la renta, así que debes comprender qué es el gravamen de la base liquidable general. Aunque comparten aspectos comunes, realmente estamos ante dos conceptos distintos cuyos resultados finales son fundamentales para calcular correctamente lo que se debe acreditar en cada ejercicio frente a la Agencia Tributaria.

Qué es la base imponible

La base imponible es el monto sobre el que se calculará el gravamen de la base liquidable general. Es decir, es la base para calcular el total de los impuestos a pagar. Corresponde al total de la factura, sin aplicar las retenciones ni descontar el monto total de impuestos.

Por ejemplo, en una factura, la base imponible es la cantidad total sobre la que hay que efectuar el descuento del IVA, 21%, 10% o 4%, según corresponda al concepto, categoría y tipo de impuesto que grava el bien o servicio realizado.

Podemos decir que la base imponible es la suma de todos los rendimientos obtenidos en un ejercicio por el contribuyente, y que consta de dos partes:

  • General. Rendimientos del trabajo, del capital, pérdidas y ganancias patrimoniales o las imputaciones de rentas.
  • Especial. El total de ganancias y pérdidas logradas en un ejercicio superior a un año. En este caso, hay que compensar unas con otras y, si el resultado es negativo, se subsana con ganancias de años anteriores, siempre que sean superiores a un año.

La base imponible puede ser reducida o aumentada según los supuestos incluidos en la ley:

  • Reducción tributación conjunta.
  • Planes de Pensiones.
  • Mutualidades de Previsión Social.
  • Planes de previsión asegurados.
  • Planes de previsión social empresarial.
  • Seguros de dependencia severa o de gran dependencia (desde 2013 se incluyen seguros colectivos de dependencia).
  • Previsión social de personas con discapacidad.
  • Patrimonios protegidos de personas con discapacidad.
  • Mutualidad de deportistas profesionales y de alto nivel.
  • Pensiones compensatorias y anualidades por alimentos.
  • Cuotas de afiliación y aportaciones a partidos políticos.
  • Ganancias patrimoniales no justificadas.

¿Qué es la base liquidable?

La base liquidable se obtiene de deducir el impuesto de la base imponible. Así, sobre una factura con base imponible de 1000€ y un IVA del 10%, la base liquidable sería de 900€; en el caso de un 4% sería de 960€, y en el caso del 21%, de 790€. Eso siempre que el IRPF no tenga que ser aplicado, ya que también afecta

También debes tener en cuenta la base liquidable a efectos del IRPF, por ejemplo, en caso de una donación. La web de la Agencia Tributaria tiene una sección dedicada especialmente a la declaración del impuesto sobre la renta en la que se completa la información sobre la base liquidable.

A esta base liquidable se le pueden aplicar tanto deducciones como reducciones, conceptos que son diferentes. Las deducciones están vinculadas a beneficios fiscales; mientras que las reducciones por atención están asociadas a los ingresos obtenidos.

Regulación sobre la base liquidable

La base liquidable está regulada en los artículos 50 a 55 de la Ley 35/2006 del 28 de noviembre, del impuesto sobre la renta de las personas físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio (LIRPF en adelante). Allí se indica que la base liquidable se dividirá en dos partes: base liquidable general y base liquidable del ahorro.

La base liquidable general se constituye por el resultado de realizar, en la base imponible general, las reducciones que mostramos a continuación en el siguiente orden:

  • Por aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social.
  • Por aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social constituidos a favor de personas con discapacidad.
  • Por aportaciones a patrimonios protegidos de las personas con discapacidad.
  • Por pensiones compensatorias.
  • Por cuotas de afiliación y aportaciones a partidos políticos, federaciones, coaliciones o agrupaciones de electores, con el límite máximo de 600 euros anuales.

Si, por algún motivo, la base liquidable regular diese un resultado negativo, el importe deberá ser compensado con las bases liquidables generales positivas que puedan obtenerse en los cuatro años sucesivos. Dicha compensación se efectúa sobre la cuantía máxima que cada uno de los ejercicios siguientes permita. Y en ningún caso puede aplicarse fuera de los citados cuatro años.

La base liquidable del ahorro es el resultado de disminuir la base imponible del ahorro en el remanente, si lo hubiera, de la reducción por pensiones compensatorias y las aportaciones llevadas a cabo a federaciones, coaliciones electorales o partidos políticos. Estas reducciones también se encuentran reguladas en la LIRPF y hacen referencia a las aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social. Se pueden realizar reducciones de la base imponible general descontando los pagos a sistemas de previsión social.

Para el límite máximo conjunto se debe aplicar la menor cantidad de:

  • El 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio. Este porcentaje será del 50% para contribuyentes mayores de 50 años.
  • 10.000 euros anuales. En el caso de contribuyentes mayores de 50 años, la cuantía anterior será de 12.500 euros.

Sin importar las reducciones hechas, los contribuyentes cuyo cónyuge no tenga rentas a integrar en la base imponible o que sea menor de 8000€ anuales, también podrán reducir las aportaciones realizadas por este a planes de pensiones, planes de previsión aseguradas o mutualidades con un máximo de 2000€ al año.

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¿Cómo se calcula la base liquidable?

Para calcular la base liquidable, debes conocer la base imponible y las reducciones y gravámenes que deben ser aplicados. Puede ocurrir que la base liquidable y la base imponible sean la misma. Esto es frecuente cuando no hay tributos a descontar (productos y servicios no sujetos al IVA o proveedores / clientes exentos) ni tampoco reducciones por aplicar.

No olvidar que a las facturas se les puede aplicar una retención de IRPF, que variará según las retenciones fiscales que se aplican los autónomos, que oscila entre el 15% y el 7% reducido de los nuevos autónomos.

Base liquidable: ejemplo de cómo se calcula

Para saber cómo se calcula la base imponible, vamos a volver al ejemplo anterior de una factura de 1000€ como base imponible. Y se haría de la siguiente manera:

  1. Primero, tomas la base imponible de 1000 €.
  2. Multiplica la base imponible por 0,04 (4 % de IVA), 0,10 (10 %) o 0,21 (21 %), según corresponda. En este caso, te daría un resultado de 40, 100 y 210 €, respectivamente.
  3. Calcula el resultado restando a la base imponible los IVA aplicados, lo que dará un resultado de base liquidable de 960, 900 y 790 €, respectivamente.

Aquí tienes la base liquidable sin aplicar más retenciones, pero hay que tener en cuenta que se puede ver afectada por los IRPF, por lo que debes proceder a calcularlo también. Para ello, primero suma la base imponible más el IVA repercutido (4, 10 o 21 %), y resta el porcentaje correspondiente a la retención del IRPF (15 o 7 % de la base imponible). Usa una regla básica que es: base imponible + IVA – IRPF = base liquidable.

Siguiendo con el ejemplo anterior:

  • Una vez calculado el IVA, procede a calcular el IRPF. Para ello, multiplica por 0,15 o 0,07 la base imponible, según el IRPF retenido al autónomo que te oferta servicio. De esta forma, sobre tu base imponible de 1000 €, el IRPF a retener será de 150 para un 15 % de IRPF y de 70 para el 7 %.
  • El segundo paso es aplicar la regla base, que en tu caso harás sobre un 21 % de IVA y un 15 % de IRPF, por ser lo más común: base imponible (1000 €) + IVA (210 €) – IRPF (150 €) = 1060 €.

El resultado final (1060 €) es tu base liquidable. Dicho grosso modo y de un modo sencillo, es la cantidad final que entrará en nuestra cuenta corriente.

La base liquidable y la declaración de la renta

En la declaración de los IRPF vinculados a la declaración de la renta, la base liquidable también será fundamental para calcular los pagos que deberán hacerse. Según el artículo 54 de la Ley General Tributaria, la base liquidable es “el resultado de aplicar en la base imponible las reducciones correspondientes a los rendimientos de su trabajo, la reducción por prolongación de la actividad laboral, por movilidad geográfica o por el cuidado de los hijos; se pueden practicar reducciones por edad y por ascendientes”.

Por tanto, en la declaración anual puede estar sujeto a reducciones y deducciones, como ya te hemos comentado. Para calcular los IRPF, debemos tener en cuenta algunos aspectos, que son mucho más variables, como son:

  • Reducciones por tributación conjunta biparental o monoparental.
  • Aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social constituidos a favor de personas con discapacidad o a patrimonios protegidos de las personas con discapacidad.
  • Cuotas de afiliación y aportaciones a partidos políticos, federaciones, coaliciones o agrupaciones de electores, con el límite máximo de 600 euros anuales.
  • Aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social.
  • Por pensiones compensatorias.

Recordemos que el resultado de la base liquidable resulta negativo, y que se compensará con los resultados positivos de los cuatro años siguientes.

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Diferencias base liquidable y base imponible

¿Cuáles son las diferencias básicas entre la base imponible y base liquidable? Mientras la segunda es el monto total que entrará en la cuenta o sobre la que tendrás que hacer tu declaración de IRPF, la primera es la cantidad sobre la que tendrás que realizar los gravámenes de IVA y las retenciones de IRPF en el caso de trabajar con otros autónomos.

De esta forma, y en una reducción en busca de la mayor simplicidad a la hora de explicarlo, podemos decir que la base imponible es el coste de nuestro servicio sin ningún tipo de gravamen ni impuesto; mientras que la base liquidable es el resultado de aplicar a la base imponible todas variables dadas por la ley del impuesto sobre la renta de las personas físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio, y que será está la cantidad que finalmente verás reflejada en tu cuenta bancaria.

Es decir, la base imponible es el punto de partida para calcular cuánto recibirás, pero la base liquidable recoge en sí misma los impuestos que deberás pagar. En ella ya se encuentran registrados los pagos de IVA y las retenciones de IRPF, siempre según las variables del bien o servicio y de la empresa / autónomo que lo haya realizado. Ambos aspectos son fundamentales para el buen control de la economía de la empresa y se deben tener claros a la hora de hacer cualquier plan de tesorería.

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