Flujo de caja neto: ¿en qué se diferencia de los otros flujos de caja?

Tiempo de lectura: 8 min.

Cuando hablamos de flujo de caja, nos referimos a un término económico que tiene que ver con las salidas y entradas netas de dinero. Esta circulación monetaria sucede en una empresa concreta durante un período de tiempo determinado. En este artículo conocerás todo acerca del flujo de caja neto, su cálculo y utilidad dentro del mundo de la empresa.

Flujo de caja neto: definición

El flujo de caja neto es un tipo de flujo de caja. Es el efectivo que entra y sale de una entidad, o que comparte proyección financiera con la misma dentro de una estrategia de inversión. El importe de este flujo de caja se averigua sumando aquellas amortizaciones practicadas durante el límite temporal en el que se adquiere el beneficio neto.

Dicho movimiento en la caja supone para las empresas un indicador primordial a la hora de cuantificar el volumen y liquidez de las mismas durante un periodo cronológico específico, ayudando a sus directivos a tomar las decisiones pertinentes en pos de mejorar las gráficas. Encontramos en este concepto diversos agentes involucrados según el origen del beneficio y su estado en los fondos, así, podemos distinguir el flujo de caja de financiación, el flujo de las operaciones y el flujo de caja de los accionistas.

Flujo de efectivo operativo

Es importante que conozcas qué es el flujo de caja o flujo de efectivo operativo, puesto que se trata de una cantidad monetaria efectiva que ha sido generada a través de diversas actividades financieras en un negocio y tiempo concretos. El origen del flujo de caja lo encontramos, en primer lugar, en el momento en el que se produce el ingreso neto, cuando las partidas no monetarias se incorporan al escenario financiero y se ajustan los cambios requeridos en la fórmula del capital de trabajo. De este modo, el capital de trabajo neto se modula para obtener datos que reflejen la cantidad efectiva total consumida durante el proceso.

Por supuesto, la medición de estas cifras supone un proceso clave para los directivos de las sedes empresariales. Permite a la sucursal medir sus beneficios y, por tanto, ajustarse mejor a las próximas estrategias comerciales con el fin de mejorar e incrementar la liquidez.

Por otro lado, existe el flujo de caja libre. Los datos que acompañan al denominado como flujo de caja libre gozan de gran popularidad en la actualidad, ya que se trata de una tendencia en auge. Estos datos, proyectados en un periodo de tiempo, ofrecen un amplio abanico de ganancias a aquellas empresas que se enmarquen dentro del mismo camino. En contraposición a esta dinámica, una disminución de las ganancias nos indica que la empresa necesita remodelar su modelo de inversión para permanecer en la ruta del éxito empresarial.

Como resultado, medir el flujo nos invita a replantearnos nuestro propio modelo de negocio. Una vista continuada en el tiempo, en un periodo que abarque como mínimo un lustro (aunque puede extenderse más años), se trata de un análisis objetivo para dilucidar si nuestra compañía goza de buena salud financiera o no.

Tipos de flujo de caja

El flujo de caja se puede encuadrar dentro de distintas categorías atendiendo a su naturaleza, finalidad y características intrínsecas. Te vamos a enseñar cuáles son sus variables, ¡vamos a por ello!

Flujo de caja operativo

El flujo de caja operativo es aquel donde una cifra determinada de dinero en efectivo realiza una salida o entrada de la entidad comercial a través de operaciones financieras relacionadas con los propósitos de la empresa. En el flujo de caja operativo, al tratarse de una operación que mimetiza sus importes con el ejercicio de actividades relacionadas, no se tienen en cuenta los costes derivados de la financiación.

Flujo de caja de inversión

Otra variable para el flujo de caja es aquella que emplea el dinero recibido o enviado a operaciones financieras de inversión por parte de la sede empresarial. Por norma general, estas inversiones se realizan sobre aquellos activos financieros que aportan una rentabilidad evidente y, por tanto, consiguen fácilmente liquidez. ¿Puedes imaginar algún ejemplo? Bien, seguramente alguna inversión muy rentable sean aquellos bienes inmuebles, ya que en pocas ocasiones disminuyen su valor debido a la demanda creciente en la sociedad. Por ello, el flujo de caja de inversión suele operar en bienes tanto inmuebles como inmovilizados, ya sean tangibles o intangibles.

CTA   blog   NEW nov 1

Flujo de caja financiero

Distinto al flujo de inversión, en las empresas es usual encontrar un tipo de flujo denominado financiero. Estos movimientos de dinero responden a aquellas inversiones realizadas por parte de la propia entidad financiera y relacionadas con su actividad económica. Algunos ejemplos paradigmáticos que te ofrecemos son el pago de créditos o el efectivo aportado tras haber emitido acciones en bolsa. Se trata, por tanto, de aquel flujo que responde a obligaciones financieras de la empresa.

Métodos para calcular el flujo de caja neto

Ya sabemos que el flujo de caja neto es aquel efectivo que entra o sale de una determinada entidad empresarial. Para calcularlo, al flujo de caja neto se le deben sumar los beneficios en neto de aquellas amortizaciones realizadas durante el mismo tiempo. Toma papel y bolígrafo, puesto que tendremos que seguir una fórmula básica para calcularlo:

Flujo de caja = Beneficios netos + Amortizaciones + Provisiones + Cuentas por pagar – Cuentas por cobrar.

¿Cuáles son las conclusiones de estos cálculos? Bien, son sencillas. Si el flujo efectivo resultante nos ofrece una cantidad positiva, la deducción lógica es que los ingresos que ha recibido la empresa durante el periodo de tiempo determinado han superado a los gastos. Por el contrario, como entenderás, un flujo efectivo negativo no significa sino que la empresa ha realizado inversiones poco rentables ya que su gasto ha sido superior a los beneficios.

Puede parecer obvio, pero aparte de dilucidar si la cantidad es positiva o negativa, un consultoría que se dedique al análisis del flujo de caja neto podría deducir cuáles son los sectores empresariales que requieren de una mayor atención.

Directo

Uno de los métodos más empleados para calcular la cantidad de flujo efectivo que recibe la empresa es el directo. A través de él, se rehacen los resultados a partir del uso del sistema de caja para deducir, primordialmente, cuál ha sido el flujo efectivo resultante tras unas operaciones financieras específicas.

El cálculo de efectivo a partir del método directo emplea todas las transacciones en efectivo que se hayan realizado durante el período de tiempo concreto que se requiera medir. Como decimos, son todas, por lo que se incluyen tanto gastos como impuestos, recibos, intereses o pagos.

Se calcula estableciendo el siguiente patrón, con el cual visualizamos la diferencia entre los factores mencionados previamente y cuyo resultado nos muestra el flujo de efectivo total:

Flujo de efectivo = recibos – pagos – gastos – intereses – impuestos (en efectivo)

Indirecto

Otra operación matemática que emplean las empresas que deciden calcular el flujo efectivo es el método indirecto. Este método utiliza el estado de resultados registrado en los libros de contabilidad para, más tarde, depurar los datos y configurar el saldo efectivo.

Es un camino distinto, debido a que para calcular el efectivo se tiene en cuenta tanto el ingreso neto como los cambios producidos durante el balance general. Se comparan los datos y se ajustan, pero no temas, también existe una fórmula que nos soluciona este embrollo:

Flujo de efectivo = ingreso neto + pérdidas y ganancias por inversiones y financiación + cargos no monetarios + cambios en las cuentas de operación

La importancia del flujo de caja neto para lograr solvencia

Tradicionalmente entendemos que una empresa puede ser declarada insolvente en el momento en el que no cuenta con la cantidad de efectivo necesaria para llevar a cabo sus actividades profesionales, es decir, aquellos negocios que no garantizan ingresos. Se trata de una situación trágica cuando la insolvencia se extiende en el tiempo, derivando finalmente a situaciones de bancarrota y en las que a la empresa no le queda otra que cerrar.

El flujo de caja neto, a diferencia de los ingresos netos, lo entendemos como aquellos pagos que ya se han efectuado. Por tanto, excluyen las distintas facturas que aún no se han cobrado y demás elementos que no han sido procesados y de los cuales la empresa no ha recibido, todavía, compensación alguna. El flujo de caja lo utilizan las empresas para medir y evaluar el estado financiero de los ingresos, o en otras palabras, las habilidades comerciales que emplea dicho negocio para generar dinero. Así, tendremos claro si nuestra empresa es solvente o, por el contrario, necesita remodelar su sistema para ofrecer garantías a los futuros clientes e inversores.

Un flujo de caja neto positivo es una gran noticia, ya que nos indica que los ingresos han superado a los gastos que hayamos tenido que afrontar. Uno negativo, por su parte, declara que nuestra actividad profesional está peligrando ya que no obtenemos ganancias que avalen el trabajo realizado.

  • Flujo de caja positivo. Conociendo este indicador, tendremos claro que los activos corrientes de la entidad empresarial se encuentran en una dinámica ascendente. En este caso, la empresa puede utilizar sus beneficios para diversos menesteres como saldar deudas, expedir dinero a los accionistas, reinvertir en mejorar empresariales, pagar gastos y realizar un muro de contención económico frente a posibles peligros financieros.

  • Flujo de caja negativo. Se trata de una situación en la que ninguna empresa quiere desenvolverse. Es cuando los activos corrientes empresariales denotan una caída en su rentabilidad, lo que se traduce en pérdidas. Una situación de este calibre precisa de medidas urgentes que redireccionen los objetivos de la entidad

Recupera el control de tu flujo de caja con un software de gestión y previsión de tesorería online. Consulta el saldo disponible en tus cuentas bancarias donde quieras, cuando quieras, en tiempo real a través de una herramienta intuitiva, muy fácil de usar. ¡Evita los problemas de liquidez! Solicita ahora una demo gratuita con un miembro de nuestro equipo y dale un impulso a tu negocio.

ES   new blog CTA DEMO

Suscríbete a nuestro boletín de noticias

También le gustara